Desde el pasado mes de agosto, España es líder europeo en paro femenino, en parte porque han sido las trabajadoras las más afectadas por la destrucción de empleo provocada por el coronavirus y también porque Grecia, que ostentaba hasta entonces ese dudoso honor, dejó de publicar datos actualizados al mismo ritmo que sus socios europeos.
Así, según las últimas cifras de empleo en la Unión Europea que ha publicado Eurostat, correspondientes a enero, el paro femenino en España se redujo 3 décimas hasta el 18,1%, 2,4 puntos porcentuales más que en el mismo mes de 2020 y otros 2 puntos más que la tasa global de paro en España, aunque casi 2 puntos por detrás de la tasa del 20% que Grecia registró en noviembre, el último mes en el que el Gobierno heleno publicó datos sobre su mercado laboral.
Este fenómeno está vinculado al impacto de la pandemia en el mercado laboral, pero no supone una novedad en España, que ya ocupaba en los últimos años la segunda posición en cuanto a paro femenino en la UE debido a la recuperación desigual del empleo tras la pasada crisis entre trabajadores y trabajadoras, como mostraban las estadísticas de bienestar social ligado al empleo publicadas por Fedea hace 2 años.
Las ganancias medias anuales de los hombres siguen superando a las de las mujeres a pesar de que las diferencias se vienen recortando desde 2013. Así, en 2018, el último año del que se dispone de datos oficiales, la retribución media femenina era de 21.011,89 euros, frente a los 26.738,19 euros en el caso de los hombres, lo que supone una diferencia de 5.726,3 euros o de un 21,41%.
De este modo, la brecha salarial se ha reducido en el último año disponible por debajo de los valores de 2008, cuando suponía un 21,87%, como muestra el gráfico anterior, aunque en términos brutos la diferencia entre ganancias medias de hombres y mujeres supera en unos 430 euros a la que se registraba hace 13 años, tras alcanzar su máximo histórico en 2013, cuando la brecha salarial superaba los 6.160 euros.
Sin embargo, la brecha salarial entre mujeres y hombres varía según el tipo de contrato del que se disfrute, según el informe La Igualdad de Género en el empleo en tiempos de pandemia de UGT, que señala que las diferencias entre ganancias por sexo se reducen a un 10,1% en los contratos temporales y a un 14,3% en los empleos a tiempo parcial y se dispara hasta el 23,38%, casi 2 puntos por encima de la brecha media, en el caso de los contratos indefinidos.
Además, esa brecha oscila entre unas comunidades y otras. Para resaltar esas diferencias, un estudio del portal pisos.com muestra que en Asturias, la comunidad que presenta más diferencia entre salario medio masculino y femenino, la brecha salarial equivale a 10 meses de alquiler, a 8,6 meses en Aragón y 7,7 en Galicia, mientras la media estatal está en 5,1 meses y la cota más baja se localiza en Baleares, donde se sitúa en 2,5 meses.
Por sectores, la banca y las aseguradoras presentan la mayor brecha salarial, con más de 16.300 euros de diferencia entre mujeres y hombres, según el informe Brecha salarial y techo de cristal del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), como muestra el gráfico anterior. En segunda posición figura la información y las comunicaciones, seguido del comercio, las reparaciones y el transporte.
1 de cada 4 empresas españolas cuenta con al menos un 40% de presencia femenina en sus consejos de administración, como establecen las metas de la Ley de Igualdad de 2007, que deberían haberse cumplido en 2015. Además, esa presencia se reduce en las compañías del Ibex 35, en las que solo hay un 27,5% de mujeres dentro de sus consejos, según un estudio de Informa.
Sin embargo, la implantación femenina en los órganos directivos del Ibex 35 ha aumentado significativamente desde 2005, como muestra el gráfico anterior, en el que se refleja que hace 16 años solo había 17 consejeras, que representaban un 3% del total de componentes de los consejos, mientras que en 2019 ese porcentaje ha alcanzado el 27,5%, 4,4 puntos porcentuales más que en el año anterior.
Mientras, el informe Women in Business de Grant Thornton revela que el 87% de las empresas españolas ya cuenta con al menos una mujer directiva, superando la media europea, mientras que un 26% reconocen no haber emprendido ninguna medida para mejorar el equilibrio de género en sus directivas. Además, el estudio afirma que el 34% de mujeres directivas en España sitúa al país en el puesto 14 a escala mundial por presencia femenina en puestos de responsabilidad.
En cuanto a datos más actualizados del mercado laboral, las cifras de ocupación muestran que la presencia femenina en el empleo sigue muy por detrás de la masculina, con 1,6 millones menos de mujeres con empleo que hombres en 2020, pese a que la brecha de género en la ocupación se ha reducido levemente respecto al año anterior, cuando se situaba en 1,71 millones, según los datos de la Encuesta de Población Activa recogidos por UGT.
No obstante, el motivo por el que se ha acortado esta diferencia se debe a que la reducción de la ocupación ha sido generalizada durante la pandemia de coronavirus, como reflejan las cifras de afiliados a la Seguridad Social, pero ha generado una mayor caída de los ocupados, con 316.000 menos que en 2019, que de ocupadas, que se redujeron en 261.000.
Mientras, la brecha de género en las tasas de empleo se ha reducido en 2020, como muestra la gráfica anterior, en la que se refleja que la diferencia se ha situado en 8,62 puntos, por debajo de las cifras de 2013. UGT destaca que este fenómeno se debe a que "cuando el empleo ha ido bien, ha ido mucho mejor para los hombres que para las mujeres y la brecha en la tasa de empleo ha crecido, mientras que en periodos en los que el empleo va mal, la brecha de género ha disminuido".
Del mismo modo que existe una brecha de género en la ocupación, también existe entre la población inactiva, en la que las mujeres suponen el 57,6%, con 7,12 millones de hombres inactivos frente a 9,7 millones de mujeres en la misma situación. Además, los motivos para esta inactividad son diferentes entre sexos, dado que la mayoría de inactivos están jubilados, mientras que entre las mujeres se debe a la prevalencia de las tareas del hogar y el cuidado de la familia, en las que representan un 88%.
Además, las mujeres suponen el 93,2% de las personas inactivas que no buscaron empleo durante 2020 para dedicarse a cuidar a niños, ancianos, discapacitados o dependientes, lo que, según el informe de UGT, "pone de manifiesto una vez más la brecha de género cuando se trata de la asunción de las responsabilidades familiares".
Esa tendencia se refleja también en la solicitud de permisos no retribuidos de excedencia para el cuidado de menores y familiares, en las que las mujeres suponen un 87,17% en 2020, mientras que los porcentajes se igualan en los permisos retribuidos, como los de paternidad por nacimiento, adopción o acogida, en las que "la asunción de tareas de cuidados familiares por parte de los hombres aumenta", según el sindicato.
Atendiendo a la calidad del empleo, también encontramos diferencias entre hombres y mujeres. Así, en 2020, el 74,03% del trabajo a tiempo parcial corresponde a trabajadoras, un 0,14% menos que en 2019 aunque suponga que hay 1,29 millones más de mujeres con contrato a tiempo parcial que hombres, lo que supone "menores ingresos retributivos, una menor protección social, y mayores dificultades de acceso para las prestaciones contributivas del Sistema de Seguridad Social", según UGT.
Además, analizando la incidencia del empleo a tiempo parcial sobre el total del empleo por géneros, las diferencias vuelven a saltar a la vista, dado que un 73,2% de mujeres tienen un trabajo a tiempo completo, frente al 93,3% entre los hombres. Mientras, en lo que respecta a los contratos temporales, la brecha entre mujeres y hombres en esa situación ha pasado "se ha ido ampliando desde 2015", según EsadeEcPol, que la sitúa en un 27%.
El informe del centro de estudios de Esade destaca también la persistencia de la desigualdad entre sexos en la actividad, el desempleo, la temporalidad y el empleo a tiempo parcial, como muestra el gráfico anterior. Respecto al impacto de la maternidad, el estudio señala que las mujeres con hijos menores de 15 años tienen el doble de probabilidades de estar en paro y un 20% más de probabilidades de tener un contrato temporal, mientras que un 50% trabajan a tiempo parcial.
La brecha laboral entre mujeres y hombres también se refleja en la creación de startups, en las que los hombres siguen siendo mayoritarios. Así lo desvela el Mapa del Emprendimiento publicado por South Summit, en el que se muestra que el 18% de los impulsores de startups son mujeres, una proporción que se ha mantenido en los últimos 6 años, en los que la tasa de emprendimiento femenino no ha superado el 20%.
Además, el informe de South Summit vincula la escasa representación femenina en el ecosistema emprendedor a la vinculación de muchas startups con conocimientos científicos, técnicos o de ingeniería, en los que las mujeres suponen todavía menos del 20% del alumnado de las carreras en las que se imparten estas disciplinas.
Por último, en lo que respecta al impacto directo de la pandemia en el marco laboral, varios informes señalan que las mujeres han sufrido un mayor efecto de los cambios que el coronavirus ha forzado en el empleo. Así sucede en los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), en los que un 51,8% de los trabajadores afectados son mujeres, un porcentaje que se ha mantenido estable durante todo 2020, según UGT.
El sindicato atribuye este fenómeno a que "los sectores feminizados y con alta participación de mujeres han visto interrumpida su actividad en mayor medida, como comercio, hostelería, o turismo, revelando la fuerte segregación de género existente en el mercado laboral". Sin embargo, la presencia femenina también es mayoritaria en el teletrabajo, en el que representan un 50,9% de los ocupados que trabajaron desde casa más de la mitad de los días laborables desde abril de 2020.
Ese impacto no solo se ciñe al teletrabajo, dado que las españolas, que representan un 46% de la fuerza laboral del país, suponen el 54% del empleo desplazado por las tendencias aceleradas por el covid, como la automatización, el comercio electrónico, el teletrabajo o la reducción de los viajes de negocios, según McKinsey Global Institute, que lo atribuye al predominio femenino en empleos de servicio al cliente y apoyo de oficina.
https://www.businessinsider.es/7-datos-muestran-brecha-laboral-mujeres-hombres-823487