En su intervención durante el Debate del estado de la Nación, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha apoyado en la incipiente recuperación económica para anticipar algunas medidas que se adoptarán para el próximo ejercicio, en el marco de la reforma fiscal que ultima el comité de expertos. La más sonada ha sido la exención en el pago del IRPF para los trabajadores con rentas inferiores a 12.000 euros. Aunque efectista, el anuncio es ambiguo y confuso, dado que el presidente no ha especificado cuántos nuevos contribuyentes se verán beneficiados. Y los técnicos de Hacienda creemos que es importante aclararlo, ya que bajo la denominación de "trabajadores" entran muchos supuestos. El reglamento del IRPF excluye de retención a los salarios, pensiones públicas y prestaciones o subsididos por desempleo por debajo de 11.162, 11.672 y 12.362 euros anuales, respectivamente, sin añadir los importes exentos correspondientes a la composición del hogar familiar y que coinciden con los mínimos exentos de tributación en el IRPF. Todas estas personas ya no tributarban desde 2010, y seguirán sin tributar en 2015 con esta nueva propuesta. Entre los contribuyentes exentos se encuentran, por citar algunos ejemplos, los pensionistas de más de 75 años que realizan la declaración individual, o una pareja con dos hijos que presenta la declaración conjunta, casos en los que el mínimo exento supera los 12.000 euros. Por eso, desde Gestha creemos que la reforma se debe centrar en que todos los contribuyentes paguen según su capacidad económica, es decir, cumpliendo con la Constitución, algo que hoy no sucede debido al fraude y a una normativa discriminatoria que premite numerosos instrumentos de elusión fical utilizados por las grandes fortunas.