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Este es el precio máximo al que se puede vender un décimo de la Lotería de Navidad con la autorización de SELAE
El precio de cada décimo está fijado en 20 euros desde el año 2002, pero en algunos casos puede incrementarse ligeramente
El sorteo extraordinario de la Lotería de Navidad se celebrará el próximo 22 de diciembre, y con él, millones de españoles buscarán tentar a la suerte.
El precio de cada décimo está fijado en 20 euros desde el año 2002, pero en algunos casos puede incrementarse ligeramente, siempre bajo condiciones muy específicas autorizadas por la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (SELAE).
Deben contar, eso sí, con la autorización de SELAE
Otras entidades también pueden vender décimos de la Lotería de Navidad
Aunque las administraciones oficiales son los puntos de venta principales, otras entidades como asociaciones o peñas también pueden vender décimos. Sin embargo, para hacerlo deben contar con la autorización de SELAE, y en estos casos, el precio del décimo puede incluir un sobrecoste adicional, que no podrá superar el 20% del precio original. Esto significa que el precio máximo al que puede venderse un décimo autorizado fuera de una administración es de 24 euros (20 euros del precio base más un sobrecoste de 4 euros).
La práctica de añadir sobrecostes sin autorización está expresamente prohibida. Según el artículo 2 de la Instrucción General de Loterías, la reventa con sobreprecio es ilegal y puede acarrear sanciones económicas graves. Los revendedores no autorizados se enfrentan a multas de, al menos, la mitad del premio obtenido, según el sindicato Gestha, además de posibles sanciones por contrabando y defraudación.
La normativa en vigor, recogida en el Decreto de 23 de marzo de 1956, establece que los billetes de lotería son considerados “efectos estancados” y, como tal, su distribución está regulada estrictamente. La venta solo puede realizarse en administraciones oficiales o a través de vendedores autorizados por estas, en los términos que establece SELAE.
Por tanto, aquellos que deseen adquirir un décimo fuera de una administración deben asegurarse de que el vendedor cuenta con la autorización correspondiente. No hacerlo podría suponer problemas legales tanto para el vendedor como para el comprador, quien además podría enfrentar cargas fiscales adicionales.
