Seis de cada diez trabajadores a nivel mundial lo hacen bajo el paraguas de la economía sumergida, es decir, mano de obra sin contrato, sin nómina, todo lo que cobran es "en negro". Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), estos trabajadores tienen "oportunidades muy limitadas" para mejorar sus habilidades. La consecuencia de esto es que están abocados a seguir inmersos en la economía sumergida, y seguir encadenando empleos "en negro" para poder salir adelante.
Hemos intentado buscar estos empleos sumergidos y van a ver que no nos ha resultado difícil encontrar algunos casos. Por supuesto, no han querido dar nombres. Nos vamos a la mar. Entrevistamos a algunos pescadores, algunos de ellos 15 años saliendo cada día a faenar. "Tenemos que buscarnos la vida precariamente", trabajando en negro. "Preferiría facturar porque facturando cotizo y me quedaría para el día de mañana un futuro porque tengo dos niñas y dos nietos", nos comenta.
La historia a más de uno le suena y muchos aseguran que han trabajado en negro alguna vez. "El mercado está malo, para todo el mundo está malo", cuentan en la calle.
Sandra nos cuenta que sus primeros años en España fueron muy complicados. "Estás obligada a trabajar en B, paguen lo que te paguen hasta que tu situación vaya mejorando", dice. Llegó a trabar más de 10 horas a menos de cinco euros la hora. "Es una estafa tremenda", afirma.
La economía sumergida en España representa el 17% del PIB. Según Gestha, estaríamos en un 25% más de economía sumergida que Francia y ya si nos comparamos con otros países como Alemania, subiría al 75 por ciento.
Irene, solo tiene 18 años, y al terminar sus prácticas, llegó el problema. "No me hicieron contrato y estuve trabajando en negro. En hostelería los casos se multiplican. "Te pagaban en mano para que no hubiera constancia de los pagos"..
Ahora mismo, en España, la economía sumergida destruye unos 44.700 empleos. Es muy difícil contabilizar la economía sumergida de un país. Los últimos datos que se conocen son de Friedrich Schneider, uno de los economista más reconocido del mundo, en colaboración con el FMI. Estos datos sitúan a España con unos niveles de economía sumergida que representan el 17,2% del PIB.
España, dobla, prácticamente, la economía sumergida en regiones como Reino Unido, Países Bajos, Luxemburgo o Austria, todos ellos con unos niveles inferiores al 10%. Si, en lugar de incluir a los países menos desarrollados de Europa, se incluyen los miembros de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), el peso medio de la economía sumergida se sitúa por debajo del 15%, según datos de la Universidad alemana de Tubinga.