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El personal de inspección de Hacienda se reduce un 7% desde la crisis
23/10/2017 - 08:57 D.Valera
Pese al recorte la lucha contra el fraude casi duplica sus ingresos en ese periodo y por cada euro invertido en un empleado se logran 9,64.
La Agencia Tributaria no se ha librado de los recortes de personal durante la crisis. En concreto, su plantilla se ha reducido un 9% desde 2008 al pasar de 27.951 trabajadores ese año a 25.429 en 2015. Es decir, 2.522 efectivos menos, según los datos de la última memoria publicada de la institución. Precisamente, una de las áreas más afectadas por este recorte de personal ha sido la de inspección con un descenso del 6,7%. En concreto, este departamento clave en la lucha contra el fraude fiscal ha visto cómo sus integrantes menguaban desde los 5.198 efectivos en 2008 a los 4.850 de 2015. Esta reducción de personal se debe a la tasa de reposición cero en los organismos públicos aprobada por el Gobierno para recortar gastos de la administración y cumplir los objetivos de estabilidad presupuestaria. Una política que ahora el Ejecutivo pretende revertir y que los sindicatos consideran insuficiente.
En cualquier caso, a pesar de estos recortes de plantilla en un área tan sensible como la inspección, que es la encargada de realizar las actuaciones de control de los contribuyentes para detectar posibles irregularidades mediante técnicos e inspectores de Hacienda, las cifras de lucha contra el fraude fiscal se han incrementado notablemente en el mismo periodo. Basta comprobar que la Agencia Tributaria recaudó 8.054 millones por esta vía en 2008, una cuantía que casi se duplicó en 2016 con 14.883 millones. Es decir, la productividad de los efectivos del organismo ha aumentado de forma considerable en un periodo de tiempo en el que además se están analizando y revisando las bases imponibles de la crisis, que se presuponen menores. De hecho, al comienzo de la crisis por cada euro invertido en el personal de la Agencia se recaudaban 6,58 euros. Esa rentabilidad se ha disparado hasta los 9,64 euros en 2015. La mejora es todavía más evidente si se echa la vista más atrás y se compara con los 3,39 euros por trabajador registrados en 2002, en plena bonanza económica.
Pero el descenso de efectivos durante la crisis afectó a todos los departamentos de la Agencia Tributaria. Así, el área de recaudación ha visto mermados sus trabajadores un 6,8% en el periodo 2008 a 2015 al pasar de 4.539 empleados a 4.228. Una caída similar a la soportada en aduanas con un descenso del 7%. El mejor parado es el área de gestión tributaria, que ha logrado una mejora de efectivos del 2%. Por contra, el grueso del recorte se ha centrado en el personal de áreas comunes con una reducción del 25% al pasar de 7.140 efectivos a 5.350.
Envejecimiento de plantilla
La limitación a la hora de contratar nuevo personal unido a las plazas de jubilación no cubiertas ha provocado que la edad media de la plantilla de la Agencia Tributaria se haya incrementado de forma significativa. En 2008 se situaba en los 47 años y en 2015 ascendió a los 51,1 años. El envejecimiento del personal es una tendencia constante desde la creación de la institución. De hecho, en 1996 la edad media de estos funcionarios era de 39 años.
La situación está lejos de corregirse. De hecho, desde la Organización de Inspectores de Hacienda (IHE) recuerdan que hay varios miles de empleados cerca de la jubilación, por lo que reclaman al Gobierno una estrategia constante de convocatoria de plazas. Es más, reconocen que las últimas convocatorias para inspectores ha habido puestos que han quedado vacantes porque no había candidatos con suficiente nivel. Un problema que achacan a la desmotivación de los opositores por la escasez de plazas.
Los trabajadores han alertado de la urgente necesidad de ampliar la plantilla y han advertido de la situación «límite» que viven por la carga de trabajo. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, respondió a esta demanda con una oferta de 2.100 plazas para los próximos dos años. Una cifra que el Sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha) consideró «decepcionante» ya que a su juicio apenas servirá para suplir las bajas por jubilación.
En su opinión, sería necesario un incremento de al menos 5.000 empleados para lograr acercarse a la media de los países de la Unión Europea. En España hay un efectivo para 1.958 contribuyentes, lejos de la situación que viven países como Alemania, que dispone de un funcionario de la Agencia Tributaria para 740 contribuyentes, o en Francia con uno cada 942.
