María Jesús Montero, este sábado, en un acto electoral en Murcia.EFE
Hacienda somos todos. Pero no exactamente por igual. Eso es, al menos, lo que va a reflejarse en la campaña de la Declaración de la Renta de 2022 que arranca, de forma online, el próximo martes, día 11 de abril, tras las fiestas de Semana Santa.
Son varias las novedades que se introducen en la campaña de este Ejercicio. Pero una de las más significativas tendrá que ver con la incidencia de la inflación sobre el IRPF, ya que unas comunidades han decidido deflactar el IPC y otras no.
A finales de 2022 fueron varias las regiones que, haciendo uso de su autonomía, anunciaron su intención de deflactar la inflación del IRPF para intentar aliviar la escalada de los precios de sus contribuyentes y para paliar la llamada progresividad en frío. Al ser el IRPF un impuesto progresivo y no ajustarse automáticamente sus tramos a la inflación, puede suceder que una subida salarial suponga de facto el pago de más impuestos, al saltar de tramo, sin que se haya ganado ningún tipo de poder adquisitivo.
Para evitar este efecto y ante la negativa de Hacienda a aprobar esta medida, comunidades como Madrid, Andalucía, Galicia, Murcia o la Comunidad Valenciana lo aplicaron. El País Vasco también lo puesto en marcha.
En el caso de Madrid el porcentaje sobre el que se aplica será del 4,1% en todos los tramos del IRPF, calculado a partir del dato de incremento del coste salarial ordinario nacional del segundo trimestre de 2022 del INE. Según la Comunidad que preside Isabel Díaz Ayuso supondrá un ahorro cercano a los 200 millones y afectará a 3 millones de contribuyentes.
En el caso andaluz, lo que se aprobado es un aumento de los primeros tramos de tributación del IRPF en un 4,3%, los de renta inferior a los 40.000 euros. Según la comunidad que preside Juan Manuel Moreno, afectará al 82% de sus contribuyentes. Desde Gestha, el sindicato de Técnicos de Hacienda. calculan que tendrá un impacto de unos 130 millones.
Murcia aprobó, para 2022, un incremento del 4,1% de la base liquidable de los cuatro primeros tramos del IRPF y se según el equipo de Fernando López Miras, la medida beneficia a unos 330.000 contribuyentes con un ahorro estimado de casi 8 millones de euros".
Galicia también se sumó a la presión impositiva al Ejecutivo y aprobó una deflactación del 4,1% de los tramos del IRPF a sus contribuyentes con rentas inferiores a 35.000 euros. El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, estimó que esta iniciativa supondrá un ahorro en la próxima declaración de la renta de 450 euros para cada gallego con rentas "medias y bajas" y un impacto total en la recaudación de unos 46 millones de euros.
Pero no sólo las comunidades gobernadas por el Partido Popular han optado por esta fórmula de alivio fiscal ante la escalada de los precios. La Comunidad Valenciana también aprobó una deflactación del IRPF y un aumento del 10% de las deducciones. El president de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, ha sacado adelante un aumento del 10% de la cuantía exenta de tributación en el IRPF a todos los valencianos y la adaptación a la inflación de los tramos autonómicos del IRPF, beneficiando a todos los que ganen menos de 60.000 euros.
"Lo nuestro no es populismo fiscal", advirtió Puig al anunciar la medida en el debate de política general en Les Corts. "No como en otros sitios. Si unos bajan impuestos a los ricos aquí se ayuda a llegar a fin de mes", zanjó.
En el País Vasco han ido por delante de este debate y sus Haciendas forales han acometido ya tres defactaciones del IRPF: el Ejecutivo del lehendakari Iñigo Urkullu aprobó la primera, de apenas 1,5 puntos, ya a finales de 2021. Le siguieron dos más en 2022, una del un 4% adicional (un 5,5% en total para 2022) y otra que se aplicará en 2023 de otro 2%. Navarra, por su parte, que también cuenta con Hacienda propia, ha rechazado aplicar esta medida.
Las diferencias en el IRPF no serán los únicos vaivenes autonómicos de esta campaña fiscal. Junto a al Renta llega la liquidación del impuesto de Patrimonio y la entrada en vigor del polémico impuesto de solidaridad, o también llamado impuesto a los ricos.
Afecta a los contribuyentes que presenten rentas superiores a los tres millones de euros. Se articula en tres tramos: un tipo del 1,7% para aquellos patrimonios de entre 3 y 5,3 millones de euros; otro del 2,1% para los que se encuentren entre los 5,3 y los 10,6 millones; y el último, del 3,5%, quienes superen los 10,6 millones de euros.
La figura, de carácter temporal, ha sido muy polémica ya que se presentó por parte del Ejecutivo como una fórmula para contrarrestar la estrategia de aquellas comunidades, del PP en su mayoría, que bonifican el impuesto de Patrimonio.
La campaña de la renta de 2022 presenta otras importantes novedades este año. Como la reducción, hasta los 1.500 euros, de la aportación individual máxima a los planes de pensiones privados. Lo que sube, por el contrario, son las aportaciones a los planes de empresa: hasta los 8.500 euros anuales.
Otra de las novedades de la declaración de la renta afecta a las deducciones por maternidad. Las madres en paro con bebés menores a tres años podrán sumarse este año a ellas. También las que perciban el Ingreso Mínimo Vital con hijos de la misma edad.
Este año se han anunciado otros cambios fiscales, dentro del proyecto de los Presupuestos Generales del Estado, que todavía no entrarán en vigor, lo harán a partir de la campaña de 2023, en 2024. Uno de ellos es el que afecta a los trabajadores con dos pagadores. Siguen exentos de realizar la declaración si los ingresos no superaron los 14.000 euros y el segundo pago fue inferior a 1.500 euros. De cara a la campaña de la Renta 2023 el umbral pasa a 15.000 euros.
Otra de las principales medidas aprobadas por el Gobierno, que no entran aún en vigor, es la reducción de los rendimientos de trabajo sobre sueldos brutos entre 15.000 y 21.000 euros. Según el Gobierno español, esta medida afectará el 50% de los trabajadores, y ahorrará 1.881 millones.
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