El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, en la conferencia en la que anunció su última rebaja fiscal, este lunes en Madrid.
"Andaluces: Bienvenidos al paraíso". Así recibió la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, la nueva reforma fiscal que el presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha anunciado este lunes, la cuarta (o la sexta según el Gobierno autonómico si se incluyen los presupuestos de 2020 y 2021) desde que llegó al poder en 2018, que incluye la eliminación del Impuesto de Patrimonio o la deflactación del IRPF en los primeros tramos, hasta los 40.000 euros de ingresos.
La enésima bajada fiscal y las que la precedieron han hecho que Andalucía pase del décimo puesto en el ránking de comunidades con más presión impositiva al segundo, sólo por detrás de Madrid, tomando el Índice Autonómico de Competitividad Fiscal de la Tax Foundation. Pero más allá del beneficio evidente que supone para el bolsillo del contribuyente y de la medalla de situarse casi a la altura de Madrid, hablar de "paraíso", como hizo Ayuso, podría ser exagerado.
Al menos es la opinión de los dos expertos a los que EL MUNDO ha pedido un análisis del nuevo paquete fiscal del gobierno (ya en solitario) del Partido Popular y que coinciden en que cualquier rebaja de impuestos se traduce, por lo general, en mayor actividad económica pero no lo ven tan claro en lo que se refiere a que se vaya a traducir en un inmediato y notable aumento de la recaudación. En pocas palabras, sí creen que la economía andaluza lo va a notar, pero no tanto las arcas públicas o, dicho de otra forma, que lo van a notar pero no porque vayan a llenarse más.
La que este martes se aprueba en el Consejo de Gobierno es la cuarta gran bajada fiscal desde 2019, de manera que se ha producido un recorte impositivo, podríamos decir, cada año. Primero fue la bonificación casi total del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones en 2019 y rebajas en el IRPF y el Impuesto sobre Transmisiones y Actos Jurídicos Documentados; luego una rebaja aún mayor de Sucesiones hasta su práctica supresión, y lo mismo con Transmisiones y el de Actos Jurídicos Documentados; y en tercer lugar una nueva vuelta de tuerca al tramo autonómico del IRPF y una batería de deducciones por vivienda habitual, alquiler, hijos... en la llamada Ley de Tributos Cedidos. Con Patrimonio (más la deflactación del IRPF), Andalucía abandona, adoptando el lenguaje oficial, el "infierno" tributario, una expresión que los expertos, por cierto, tampoco ven acertada.
Ni se podía hablar de infierno antes, vienen a decir, ni ahora se puede decir que Andalucía se ha convertido en "paraíso". Mucho menos, claro está, en un paraíso fiscal.
¿Por qué no es siquiera un paraíso a secas? Manuel Hidalgo, profesor de Economía Aplicada de la Universidad Pablo de Olavide y ex secretario general de Economía en el anterior gobierno de Juanma Moreno, limita el alcance de esta última reforma fiscal y de las anteriores, entre otras cosas porque una comunidad autónoma tiene un margen de maniobra muy tasado y porque, además, los efectos positivos, que los hay, no son tantos como para justificar el término.
Hidalgo confirma uno de los mantras que repite el discurso oficial de la Junta, que las bajadas de impuesto se traducen en actividad económica. Incluso, explica a este periódico, admite que pueda influir en la recaudación, pero se muestra contundente a la hora de señalar que una rebaja fiscal no supone un incremento de ésta suficiente para compensar lo que se deja de ingresar. En definitiva, que cuando se bajan los impuestos "en un 99%" de los casos la recaudación es siempre menor.
Otra cosa es que la propia evolución de la economía comporte un aumento de la recaudación tal que disipe lo que se pierde por la eliminación o reducción de tasas impositivas y esto es lo que, a juicio del ex alto cargo de la Junta, habría pasado y explicaría por qué las arcas andaluzas han visto aumentar el flujo de dinero que reciben.
"No se puede establecer una relación causa-efecto", apunta, entre la bajada de impuesto y el aumento de la recaudación. De hecho, sostiene que es imposible saber qué parte de esto último, si la hay, se debe a lo primero. "El aumento de la recaudación se deberá a 50 causas y puede que una sea ésa", apostilla.
Es exactamente lo que opina Diego Martínez, profesor de Economía también en la UPO y que durante dos años, de 2018 a 2020, fue secretario general de Financiación Local y Autonómica en el Ministerio de Hacienda. "Toda rebaja fiscal conlleva más actividad económica", sostiene para, a continuación, poner en cuestión que se traduzca en más recaudación.
De hecho, vincula el buen comportamiento de los ingresos de la Junta de Andalucía en estos últimos años más a otros factores, como la inflación que, ésta sí, tiene una repercusión automática y notable en lo que se recauda vía impuestos. Hidalgo, por su parte, añade el efecto rebote que en la economía tuvo el final de la pandemia y de las restricciones.
De cara al futuro inmediato, López no es pesimista por lo que respecta a que la recaudación, que cree que pese a las negras previsiones económicas los ingresos no van a desplomarse, todo lo más se frenará el crecimiento que llevan años registrando.
El ex alto cargo del Ministerio de Hacienda aplaude especialmente la deflactación anunciada también por Juanma Moreno en su última reforma fiscal, aunque, a su juicio, "se han quedado cortos" y es "insuficiente", puesto que, esgrime debería haberse aplicado a todos los tramos del IRPF y no sólo a los tres primeros. No haberlo hecho así, señala, "altera la progresividad del impuesto".
Más críticos con esta medida han sido los técnicos del Ministerio de Hacienda agrupados en Gestha, que han hecho hincapié en que la deflactación, pese a limitarse a los tres primeros tramos del IRPF, alcanza en realidad a todos los contribuyentes, de manera que el 39% de la rebaja fiscal beneficiaría al 18% de los andaluces con mayores rentas.
Según sus cálculos, la deflactación del IRPF costará unos 130 millones de euros, a los que hay que sumar otros 93,3 millones por la desaparición del Impuesto de Patrimonio.
https://www.elmundo.es/andalucia/2022/09/20/63289ee5fdddff62808b45a1.html