Una de las ayudas a las que se han acogido más españoles en los últimos años, el plan PIVE, tiene obligaciones tributarias. Se trata de una ganancia patrimonial que debe ser consignada en la declaración de la renta. Quien se acoja al Plan Pive 8, el último que ha lanzado el Gobierno, está obligado a declararlo en la declaración de la renta, que se presentará en 2016.
El Ejecutivo ha reducido de 2.000 a 1.500 euros la ayuda del Plan, una iniciativa que busca impulsar la industria automovilística. De esos 1.500 euros, destinados a la compra de un turismo que reemplace a un coche que será achatarrado, la mitad los pone el Estado y la otra mitad el concesionario.
En lo relativo a Hacienda, el contribuyente debe declarar por los 750 euros que percibe a cuenta de las arcas públicas, y debe hacerlo en la casilla referente a otras ganancias imputables no derivadas de transmisión patrimonial. Cuanto mayor sea el nivel de renta del declarante, mayor cantidad deberá tributar por acogerse por al Plan Pive.
Gestha, el Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda, ha hecho el siguiente cálculo del impacto fiscal: un contribuyente usuario normal con un tramo de rentas comprendido entre los 20.200 y 34.000 euros brutos anuales deberá tributar alrededor de 232,50 euros, mientras que el que supere los 60.000 euros estará obligado a tributar una cantidad que rondará los 352,50 euros.
Las ayudas del Plan Pive se doblan para las familias numerosas y con discapacitados a cargo que necesiten un vehículo adaptado. Son de 3.000 euros. Su debe es que en la declaración de la renta deberá consignar una cantidad considerablemente mayor, si bien se mantendrá el mismo porcentaje en la escala de gravamen.
Los técnicos de Hacienda calculan que, de los 225 millones que el Gobierno aportará al Plan Pive 8, 69 retornarán a Hacienda a través de la declaración de la renta. El Plan Pive 8 es el último que se realizará, ya que el Gobierno ha comunicado su intención de no renovarlo de nuevo ante las señales positivas que ya está emitiendo el sector de la construcción de automóviles. Además, por conceptos como el IVA, el Estado también otros ingresos, puesto que el tipo a aplicar en la compra del vehículo es del 21%.