
“Sólo obtendrían beneficios muy moderados los contribuyentes que declaran entre 12.000 y 60.000 euros al año”, afirman desde Gestha a partir de los datos aportados por la Agencia Tributaria (AEAT) y del Instituto Nacional de Estadística (INE). Los propietarios con tramos de rendimiento en el IRPF inferiores a los 12.000 euros no tienen la obligación de tributar, por lo que no obtendrán ningún beneficio a la hora de limitar el precio del alquiler. Tampoco lo harán aquellos cuyos rendimientos superen los 60.000 euros al año, puesto que son los que “generalmente alquilan las viviendas más caras”. El beneficio fiscal que recibirían al ajustar el precio de su alquiler al Índice de Referencia sería menor que si mantienen el alquiler a precio de mercado.
Según los cálculos de Gestha, los arrendatarios que decidan disminuir en un 5% el precio de su alquiler en 2025 podrán disfrutar de un ahorro neto máximo de unos 347,23 euros tras aplicar el 100% de la reducción en el IRPF impulsada por el Gobierno. El beneficio final dependerá de cuáles sean los ingresos anuales de cada propietario. Las estimaciones realizadas por Gestha revelan que el ahorro se moverá en una horquilla de entre 67,65 euros y la cantidad máxima anteriormente mencionada. Los expertos del Registro de Economistas y Asesores Fiscales (REAF) aseguran que los beneficios fiscales podrán ser incluso mayores a las cantidades que estiman desde el Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda.
Los cálculos realizados por estos expertos de la REAF, revelan que los propietarios con sueldos bajos que decidan aplicar esta reducción del 5% en el precio de su alquiler podrán ahorrar más de 300 euros al año; mientras que el ahorro podría superar incluso los 600 euros al año para aquellos propietarios con sueldos medios. En el caso de los propietarios con sueldos bajos que ronden los 18.000 euros al año, su ahorro podría ascender a los 311 euros al año: si deciden aplicar esta reducción en el precio de su alquiler, disminuyendo la cuota mensual de los 1.000 a los 950 euros, pasarán a pagar un total de 1.035 euros este año por el IRPF. Sin embargo, si deciden mantener el precio, tributarían por un total de 1.949 euros al año. De esta forma, a pesar de ingresar 600 euros menos al año por el alquiler, tendrán que pagar 911 euros menos en impuestos a la hora de tributar el IRPF.
En el caso de los propietarios con sueldos medios que decidan aplicar esta reducción del 5% en el precio de alquiler de su vivienda, el ahorro anual superaría los 600 euros de media según los cálculos de la REAF. De esta forma, las ganancias de los trabajadores con un sueldo medio de unos 30.000 euros anuales podrían duplicar las cuantías expuestas en el primero de los casos. Si estas personas decidieran mantener el precio del alquiler en los 1.000 euros anteriormente mencionados, deberían pagar un total de 6.157 euros de IRPF por sus 42.000 euros de ingresos anuales.
Sin embargo, si deciden reducir el precio de su alquiler en 50 euros mensuales, pagará únicamente un total de 4.927 euros de IRPF al año. Si bien es cierto que, al igual que en el primero de los casos, estos propietarios dejarían de ingresar un total de 600 euros al año al reducir el precio de su alquiler hasta los 950 euros; tendrán que pagar 1.230 euros menos de IRPF a la hora de presentar su declaración de la renta, lo que supone un ahorro de 630 euros anuales.