Según confirmaron fuentes de la Agencia Tributaria a este diario, el volumen tan importante de declaraciones que llega al terminar la campaña de la RENTA de cada año a manos de los funcionarios obliga a revisar este impuesto en dos fases. Es decir, los contribuyentes pueden estar sujetos a revisión en dos momentos distintos.
La primera fase, según explicaron desde el sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha), es la que comienza durante la campaña y que se extiende normalmente hasta final del año en curso. En ella se revisan a modo de "primer filtro" las solicitudes de devolución y otras cuestiones simples. Por ejemplo, se contrastan las retenciones que han declarado los clientes de los autónomos sobre sus operaciones con lo que ha presentado el trabajador por cuenta propia en su declaración anual.
La segunda de las fases puede durar varios años y habitualmente inicia en enero del año siguiente al que se presentó la RENTA -en este caso, sería en enero de 2025-. Estas comprobaciones suelen durar hasta el inicio de la siguiente campaña, pero pueden comenzar en ocasiones hasta cuatro años después de que se presentara el modelo. Esta revisión es mucho más exhaustiva: se verifican gastos incorrectamente imputados, ingresos que no coinciden con la media del sector y otros datos que llegan a manos de la Agencia Tributaria con el paso del tiempo.
Hacienda ha empezado en enero a revisar "más en profundidad" la RENTA de los autónomos
Si bien muchos contribuyentes piensan que entre julio y diciembre la Agencia Tributaria ya ha revisado prácticamente todo lo que debe verificar en las declaraciones de la RENTA, lo cierto es que en esta primera fase sólo se hacen las comprobaciones más rápidas y a veces superficiales.
Según explicó José María Mollinedo, secretario general del sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha) en anteriores declaraciones a este diario, "si nos referimos a las comprobaciones propias de la campaña, habría que distinguir entre las declaraciones que salen a devolver y a ingresar. El primer filtro dentro de esta etapa de revisión se hace sobre las declaraciones con resultado a devolver -es decir, en las que Hacienda debe pagar al contribuyente-. Aquí lo que se verifica es que el total de las retenciones de los adelantos a cuenta -los que hacen los clientes empresarios de los autónomos- coinciden con lo declarado por el trabajador por cuenta propia".
Para pagar la devolución, lo primero que comprueba Hacienda es que las retenciones que el autónomo dice que ha realizado a sus clientes empresarios se hayan declarado también por la otra parte, es decir, por el negocio que actúa como cliente.
Además, en la primera fase también hay un segundo barrido. Y, en este caso, se comprueba lo contrario: las ventas del autónomo que sí han declarado sus clientes pero que él no ha incluido en la declaración de IRPF como ingresos. Lógicamente, las operaciones que declaran estas empresas a la Agencia Tributaria tienen que concordar con los ingresos que ha declarado el profesional en su RENTA.
En este sentido, fuentes de la Agencia Tributaria confirmaron que lo que se hace en la primera fase es el cruce de datos básicos, y se deciden cuestiones que necesitan de cierta rapidez. Por ejemplo, comprobar y pagar las devoluciones "que están más claras" a los autónomos y demás contribuyentes que lo han solicitado.
Segunda fase: revisiones en profundidad de la RENTA de los autónomos
A pesar de que la Agencia Tributaria haya podido dar por válida una declaración de IRPF en un primer momento, durante el mismo año de la campaña, e incluso abonar una devolución al autónomo, las comprobaciones no siempre terminan ahí. No hay que olvidar que Hacienda cuenta con hasta cuatro años para comprobar las declaraciones de impuestos.
De hecho, apuntaron las mismas fuentes de la Agencia Tributaria "los gastos fiscalmente deducibles" -como puede ser el vehículo, la factura telefónica o los gastos de promoción- no se suelen revisar en la primera etapa, sino en la campaña de verificación de la RENTA ya presentada, que" suele dar comienzo en enero del año siguiente". Es decir, 2025, en este caso. Normalmente, esto dura hasta que inicia la campaña del año siguiente en abril, pero a veces se puede extender más.
En esta otra etapa de comprobación se revisan muchos más aspectos con cruces informáticos de distinta naturaleza. Por ejemplo, se utilizan los conocidos ratios de facturación del sector -si un autónomo ha declarado menos ingresos que la media de su sector en función de sus empleados o gastos- o si casi todo su dinero declarado es poco y por datáfono -podría no estar declarando dinero en metálico.
Este tipo de discordancias darían lugar a que el autónomo entre en el plan de selección de los técnicos. Cuantas más discrepancias tiene un contribuyente, más posibilidades tendría de ser comprobado.
Esas discrepancia pueden ser muy variadas: desde personas que presentan bajas rentas o bajos beneficio y que, sin embargo, tienen desde vehículos de gama alta hasta embarcaciones recreativas o incluso son titulares de una tarjeta visa oro. Ese tipo de cuestiones, que son signos externos, también nos determinan y levantan las sospechas.
Además, a partir de enero también comienzan otras revisiones de la RENTA de los autónomos. Por ejemplo, en las que se comprueba si el nivel de ingresos declarado por los trabajadores por cuenta propia que están en módulos no superaba el límite permitido para poder tributar en este sistema.
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