En su caso, las publicaciones en redes sirvieron como prueba de que pasaba más tiempo en España del que había declarado, lo que la obligaba a tributar en el país, ya que pudieron saber en qué peluquería y gimnasio solía estar, lo que facilitó rastrear sus movimientos y confirmar su estancia en España durante más tiempo del declarado."Uno de los elementos de prueba en su expediente fue la explotación de la información disponible en redes sociales que determinaba que podría estar residiendo en España más de la mitad del año", asegura Mollinedo.
Este enfoque no es completamente nuevo. Históricamente, Hacienda ya había utilizado la información mediática para investigar a celebridades y figuras públicas. Antes de las redes sociales, las fuentes de información solían ser los medios de comunicación tradicionales, como la prensa rosa, que seguían los movimientos de los famosos y ayudaban a establecer su verdadera residencia. "Lo hemos visto en casos anteriores, como el de Lola Flores o el humorista Pedro Ruiz", añade Mollinedo en elEconomista.
Una unidad especializada dedicada en exclusiva a ellos
Para investigar a estos contribuyentes de alto perfil, la Agencia Tributaria cuenta con una unidad especializada creada en 2018, la Unidad de Coordinación del Contribuyente de Patrimonios Relevantes. Es la encargada de rastrear los fraudes fiscales cometidos por personas con grandes patrimonios, famosos y otros perfiles de alto poder adquisitivo.
En muchos casos, las redes sociales se han convertido en una fuente clave para identificar posibles inconsistencias entre lo declarado y el estilo de vida que estos contribuyentes muestran públicamente.
Esta unidad no sigue una instrucción explícita que ordene el uso de redes sociales, pero los investigadores tienen la libertad de utilizar la información pública disponible para sus investigaciones. Si un contribuyente publica fotos o vídeos en redes sociales que muestran un estilo de vida mucho más elevado de lo que figura en sus declaraciones fiscales, esto puede levantar sospechas y desencadenar una investigación más profunda.
Un ejemplo común es el de los youtubers que se trasladan a países con una fiscalidad más favorable, como Andorra, para evitar tributar en España. En estos casos, la Agencia Tributaria puede investigar si realmente residen en el extranjero la mayor parte del año o si, por el contrario, pasan más tiempo en España del que declaran. Esto implica revisar publicaciones en redes sociales que puedan evidenciar su presencia en el país, ya que si pasan más de 183 días al año en España, deben tributar aquí por todos sus ingresos, sin importar el origen de estos.
¿Cómo funcionan las investigaciones en redes sociales?
El seguimiento en redes sociales permite a los investigadores de Hacienda tener una visión más completa de la vida de los contribuyentes, especialmente cuando se trata de aquellos con un alto perfil público. Los famosos, los influencers y los youtubers suelen compartir detalles de su vida privada en estas plataformas, lo que puede resultar clave en una investigación fiscal.
Por ejemplo, si un contribuyente publica fotos disfrutando de unas vacaciones en una villa de lujo que cuesta 10.000 euros la noche, y estos gastos no figuran en su declaración de la Renta, la Agencia Tributaria podría iniciar una investigación para determinar cómo se financiaron esas vacaciones.
Este tipo de publicaciones se convierte en pistas valiosas para los investigadores, que pueden solicitar más información al país donde se encuentra la propiedad o al propio contribuyente para que justifique estos gastos.
¿Qué implica esto para los contribuyentes?
Aunque este tipo de investigaciones se centran en personas con patrimonios elevados, los ciudadanos comunes no deben sentirse exentos de responsabilidad. La exposición constante en redes sociales de gran parte de los ciudadanos puede convertirse en un arma de doble filo y poner en evidencia inconsistencias fiscales que podrían llevar a sanciones o investigaciones más profundas.
Seas relevante o no, declara correctamente los ingresos y propiedades sin ocultar información financiera que pueda resultar perjudicial. Hacienda no solo utiliza las redes sociales como una herramienta de investigación, sino que también colabora con otras instituciones y países para asegurarse de que todos cumplan con sus obligaciones fiscales y el cerco se cierra cada vez más con los nuevos acuerdos de colaboración con bancos o empresas de exchanges, además del uso de la inteligencia artificial para cruzar datos.